
Son muchas las personas que han tenido un aumento y posterior pérdida de peso , uno o varios embarazos o simplemente por envejecimiento, en los que se produce una laxitud y/o descolgamiento de la piel, junto con una pérdida del tono de los músculos que conforman la pared abdominal. Para todos estos casos la cirugía estética ofrece como solución la abdominoplastia, técnica que nos va devolver un vientre plano, aunque a costa de dejar una cicatriz permanente, pero disimulable.
INTERVENCION
Esta intervención se puede realizar bajo anestesia general o epidural. La técnica a utilizar dependerá dela morfología del vientre o abdomen del paciente, aunque por lo general siempre se realiza una incisión por encima del pubis que se prolonga hasta las zonas laterales de las caderas, dejando accesibles los músculos del abdomen y el panículo adiposo para su posterior resección. En esta intervención suele ser necesaria el practicar una segunda incisión, alrededor del ombligo para poder estirar bien todo el exceso de piel flácida, y posteriormente proceder a la reconstrucción del mismo.
Hablamos de mini-abdominoplastia cuando no es necesario levantar la piel hasta el ombligo, aunque la cicatriz es prácticamente idéntica, pero el proceso de recuperación suele ser más rápido. Es un procedimiento que puede ser realizado bajo anestesia local.
POSTOPERATORIO
Esta intervención suele requerir, por lo general, una estancia hospitalaria de 24 horas. Posteriormente el paciente se traslada a su domicilio, donde deberá llevar reposo relativo, sin realizar esfuerzos físicos. También es necesario llevar una faja elastocompresiva hasta la completa recuperación de la intervención. El período de baja, de media, suele oscilar entre los 15 y los 30 días.
En la mayoría de los casos los resultados son definitivos, siempre y cuando la persona lleve una dieta equilibrada y realice ejercicio de forma regular o periódica, todo ello encaminado a no tener oscilaciones importantes de peso.
SOLICITE INFORMACIÓN SIN COMPROMISO